DIARIO: Cómo descubrí mi autosabotaje en el amor
Foto por Kelly Sikkema en Unsplash
Recientemente inicié una nueva relación y el miedo no esperó para mostrarse pero, ¿miedo a qué? Quizá nunca fue mala suerte sino autosabotaje en el amor.
«Si ya has fallado muchas veces y has sabido salir adelante… ¿Entonces a qué le tienes miedo?», fue la pregunta me me hizo un amigo del trabajo al contarle de mi nueva situación amorosa.
«El miedo es ignorancia», agregó. Y pues sí. Tengo miedo de no saber lo que va a pasar, como todos los que inician algo nuevo en su vida pero no era eso.
La pregunta era simple pero profunda: ¿A qué le tienes miedo, Arhelita? ¿Qué te da tanto temor? Sí, te fue bastante mal la vez anterior pero aprendiste bastante de esa situación. Te diste cuenta de lo que realmente quieres en la vida y eso es algo más que bueno.
Luego de un rato de analizar mis sentimientos, me di cuenta que temía a lo impensable: A que esta vez SÍ FUNCIONARA. ¡Y es que todo parece indicar que eso es lo que sucederá!
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Y entonces, entré en shock… ¿Será que llevo 20 años de citas intentando que resulte pero bloqueándome yo misma por miedo? Sí, es muy probable que siempre haya sido autosabotaje en el amor.
Pues sí, desde los traumas de la niñez hasta las malas pasadas durante toda la vida, desarrollamos muchas inseguridades.
Vamos por la vida con ideas tontas que nosotros mismos desarrollamos como “seguro no se va a fijar en mí, estoy muy fea” o “es tan maravilloso que no lo merezco”; o bien, con cosas que alguien más puso en nuestra cabecita como “todos los hombres son cabrones” y “si te cela es porque te quiere” y simplemente nos cerramos a la felicidad y la plenitud.
Foto por Alex Block en Unsplash
¿Lo peor? Es que la mayoría de las veces no somos conscientes de ello. Nos cegamos y creemos que esa y sólo esa es la verdad absoluta e incluso tomamos la decisión de no volver a intentarlo con tal de no volver a sufrir.
El Sr. Curvilíneo es un tipazo, del tipo de hombre que siempre había querido y que nunca había conocido: Un gran ser humano, inteligente, con un gran sentido del humor, emocionalmente equilibrado, independiente, seguro de sí mismo, soltero (obvio) y, lo mejor, dispuesto a quererme… Así, tal como soy y sin cambiarme absolutamente nada.
Y sí, ya sé lo que estarás pensando, mi curvilínea chula: «Todos son lindos al principio», «es que estás en la etapa del ciego enamoramiento» o «al final, va a sacar el cobre». Sí, es probable.
Pero esta vez hay algo diferente: Mi intuición. Esa que dudó un poco antes de dar el «sí». Esa que en mi relación anterior (y en todas las que he tenido) me decía «¡aguas!», “vete con cuidado”, “alerta” y hasta “corre por tu vida” y que ahora me dice “todo va a estar bien”.
Esta vez, voy consciente de que puedo fallar pero también hay una gran posibilidad de que esto tenga éxito. En esta ocasión, estoy decidida a dejar el miedo atrás y a trabajar para que todo resulte. Hoy, soy una persona diferente que eligió conscientemente a otra persona que busca lo mismo que yo y que, por suerte, se encuentra en la misma frecuencia en la que estoy yo. Y no puedo estar más feliz.
Sr. Curvilíneo, gracias por darme la inspiración necesaria para volver a escribir 🙂
Mi gorda chula, ¡estoy de vuelta! Si te sentiste identificada y también has caído en algún autosabotaje en el amor, cuéntame como fue en los comentarios. Gracias por leerme y seguir aquí.
Besos,
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